Las casitas para niños SmartPlayhouse permiten a los niños desarrollar su autonomía mientras juegan a ser grandes.
Las casitas de jardín para niños son una muy buena manera de fomentar el juego autónomo, tan importante durante la infancia. Esta cultura de enseñanza es originaria de la cultura anglosajona y nórdica, donde es muy habitual encontrar casas para niños en sus jardines.

Con las casitas infantiles SmartPlayhouse los niños podrán disfrutar de ratos de juego no dirigido y mostrar actitudes, deseos y creencias, mientras se estimula su desarrollo físico, afectivo, social y cognitivo. Este juego está dirigido a fomentar también el trabajo en grupo, la toma de decisiones, la resolución de conflictos, la definición de roles y en definitiva las aptitudes necesarias para el buen desarrollo, en un futuro, dentro de la sociedad que los rodea.

De los 2 a los 7 años, el juego simbólico.
En esta etapa el niño adquiere la capacidad de representación y adopta una serie de roles en que entran en juego normas compartidas que lo llevan, de manera indirecta, a trabajar y a exteriorizar sus miedos, creencias y pensamientos. Es decir, empieza a descubrir lo que le interesa y muestra una actitud de implicación y motivación por lo que está haciendo.
Los recursos materiales tienen una función psicológica muy importante ya que contribuyen a la formación, desarrollo, crecimiento y maduración del niño. Con las casitas SmartPlayhouse, los niños tendrán la oportunidad de representar las acciones que ven a diario como si fueran reales.

A partir de los 7 años, necesidad de un espacio propio.
Con una casita SmartPlayhouse, les dará a los niños la oportunidad de sentirse responsables de un lugar y fomentar así su autonomía, que se irá construyendo poco a poco. Esto incluye el aprendizaje de aquellas normas que les llevarán, entre otros, a saber compartir, a mantener un orden dentro de la casita, a disfrutar de su intimidad, etc.
Las casitas para niños SmartPlayhouse fomentan el juego, una actividad de vital importancia en tanto que es aprendizaje, ya que proporcionan un conocimiento de la lengua y una serie de relaciones sociales que llevarán los niños a una autonomía y a una vida constructiva en sociedad.

Vanessa López Guzmán, diplomada en Educación Infantil, actualmente cursa psicopedagogía.