Hoy en día la relación de los más pequeños con el entorno que los rodea es cada vez más urbana. Exceptuando pequeños remanentes de parques y jardines públicos, los lugares donde poder jugar en el exterior de manera segura se van reduciendo drásticamente. Por ello cada vez cobra más importancia el papel del jardín como ámbito de relación de los niños con el medio ambiente a través del juego y el aprendizaje.
Es importante tener claro que aspectos puede ofrecer el jardín al desarrollo de los niños y que elementos son fundamentales para que ellos puedan disfrutar de estos espacios a la vez que aprenden nuevas habilidades a través de la interacción, generando experiencias en las primeras etapas de crecimiento.
Para poder crear un ámbito infantil en el jardín se deben plantear diversas zonas dentro del mismo, orientadas a que el niño encuentre su propio rincón personal de aprendizaje a la vez que combina esta actividad con el juego y la diversión que el aire libre ofrece.
Espacios como una zona de huerto para poder cultivar hortalizas y verduras es un punto importante, ya que será allí donde los niños no solo podrán percibir de primera mano el ciclo natural de las plantas
sino que además podrán experimenta la responsabilidad de su cuidado. En este elemento se puede incluso relacionar con otros juegos como el de las cocinitas para implementar al cultivo de las hortalizas su posterior tratamiento e incorporación a una dieta sana como algo de gran valor.
La importancia de las plantas en el desarrollo del niño no termina solo en el huerto, ya que junto a él se puede destinar otro espacio a flores y plantas olorosas que den colorido y alegría al conjunto, a la par que ayudan a abrir los sentidos, aumentando la sensación de bienestar y adquiriendo una conciencia ecológica sobre la necesidad de cuidar y mantener la naturaleza.
Tampoco podemos olvidar el aspecto más lúdico del jardín, para ello no puede faltar un espacio para juegos, en la cual incorporar elementos y juguetes como los que ya detallamos en otro artículo. Una zona de arenero, columpios o una cama elástica, y una zona de juego construidas con elementos naturales son algunos de los elementos que no deben faltar para dar esa pincelada lúdica a las actividades al aire libre. Para los más mayores se puede incorporar un espacio deportivo, una pequeña cancha donde jugar al baloncesto o al futbol para desarrollar hábitos de vida saludables.
A su vez también es importante que el niño, dentro del espacio exterior encuentre su propio refugio, para lo cual se convierte en esencial el incorporar una casita de juegos en el jardín como las que diseñamos en Smartplayhouse, la cual dará escala infantil al conjunto ayudando a los más pequeños a entender ese espacio como algo suyo y construido a su medida. En este punto se puede incorporar incluso muebles adaptados a su tamaño que ayudarán a enfatizar esa idea.
Para terminar este espacio de jardín es importante dotarle de pequeños detalles que de den vida y permitan interactuar a los niños con la naturaleza, como por ejemplo una casita para pájaros con su bebedero y comedero o incluso una pequeña fuente o estanque donde poder tener peces de colores u otro tipo de animales de compañía, todo para acercar a los más pequeños el mundo exterior a través de un espacio propio diseñado para su disfrute y aprendizaje.
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